Aunque existe un común acuerdo en la importancia de evaluar las habilidades académicas y las habilidades del siglo 21 o “soft skills”, los administradores escolares, maestros y padres, principales encargados de la educación, muestran un desacuerdo en la efectividad de su medición.
Un estudio de Gallup, cuyo fin es conocer si se está preparando bien a los alumnos y qué habilidades son las que deberían de dominar antes de entrar a universidad, habla de dicho problema.